domingo, 20 de mayo de 2012

Cuento de un Pajarito


Hace tiempo en un lugar que no tiene nombre en nuestra lengua, pues para el ser humano era imposible pisarlo, vivía un joven pájaro. Sus plumas eran del color del amanecer y brillaban con el brillo de las estrellas.
El joven pájaro era el encargado de cuidar a cada una de las estrellas que vemos cuando el sol se pone. Eso era lo que había hecho toda su vida, anteriormente lo hizo su padre y antes de éste su abuelo. Era un trabajo que pasaba de padres a hijos.
El pájaro era un buen cuidador de estrellas pero allá en ese lugar entre el cielo y las estrellas no estaba cómodo. Había veces que soñaba con ser como uno de esos seres que vivían en el mundo inferior.
Una noche mientras cuidaba de una estrella, esta lo vio más cansado de lo normal y le preguntó: “¿Que te pasa mi buen amigo pajarito?”. El pajarito le contó lo que le ocurría: quería ser un ser humano. La estrella no pudo evitar preguntarle que por qué quería algo así sabiendo que los humanos eran criaturas horribles capaces de divertirse viendo sufrir a los de su misma especie.
El pajarito dijo que ya lo sabía y respondió que al menos ellos tenían a más seres de su especie con los que hablar, jugar y convivir, que él estaba cansado de estar solo y aún le faltaba mucho tiempo para crear a su sucesor con nubes y estrellas.
La estrella quiso ayudar a su joven amigo y le propuso algo. Le dijo que juntara unas cuantas nubes y polvo de estrella para crear a otro cuidador, que ellas le ayudarían a convertirse en humano.
El pajarito así lo hizo. Juntó un buen puñado de nubes y otro buen montón de polvo de estrellas. La estrella le preguntó que si estaba realmente seguro de hacer esto ya que cuando cayese a la tierra y naciera como humano no podría volver y que perdería todos sus recuerdos de esta vida.
Le dijo, también, que al anochecer y mirar a las estrellas no se preocupase si sentía que estas lo llamaban. Después de todo, su esencia estaba hecha con nubes y polvos de estrella.
El pajarito le dijo que estaba seguro de querer hacerlo y la estrella le concedió ese deseo. Finalmente le dijo estas palabras: “ Adiós pajarito. Aunque pierdas tus bellas alas y con ellas tus recuerdos, nosotras no nos olvidaremos ni de ti ni de ellas. Que tu último vuelo hacia la tierra de esos seres sea bueno y llegues a un buen lugar”.

1 comentario:

  1. Me ha gustado muchísimo. Me ha sorprendido gratamente el cambio de tema y estilo. Maravilloso.

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