viernes, 27 de junio de 2014

Deseo de una bestia

Llegan los vientos templados y con ellos tu forma de acariciar se torna cálida, cálida, pero como siempre lejana. Nos encontramos cada noche, unas nos miramos cara a cara y otras ocultas parte de tu rostro, quizás por timidez, quizás por miedo a no estar lo suficientemente hermosa, aunque no importa que te medio escondas... Tu gracia siempre brillará por encima de todas las cosas
preciosas.
Esos días en los que solo estás con tu familia y ni puedo verte, ni mi cuerpo te siente. Esos días mi piel necesitada de ti, sufre de abstinencia. Extraño sino haberme perdido en ti, Selene. Un alma y cuerpo mortal que te amarán hasta el final y que la última vez que te contemplen desearán ser merecedores de que durante tu vida inmortal recuerdes a esta loca bestia que te amó.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Un oscuro secreto

Mi nombre es Alan, y guardo un perverso secreto, me gusta ponerme ropa de chica y hacer toda clase de cosas pervertidas, a mis dieciséis años de edad ya he mantenido relaciones sexuales, mi primera vez y donde comenzó todo fue con un chico, el era alto, moreno, de ojos verdes y piel pálida, casi como yo, pero yo tengo los ojos azules. En su casa un día después de clases empezó todo, mi descenso a un lujurioso mundo de perversión, el quería hacérmelo con la ropa de su hermana, yo al principio me negué, pero al final acabe cediendo, y he de admitir que fue tan divertido como excitante, desde aquel día que vi lo bien que me quedaba una falda, no he parado de travestirme, al principio solo lo hacia mientras mi follamigo y yo lo hacíamos, luego pase a hacerlo mientras me masturbaba y ahora, lo hago incluso para salir a la calle, doy gracias a dios por mi genética y mis rasgos andróginos, que me hacen parecer una chica cuando uso mi ropa y me peino como una chica.
Hoy he quedado con un chico un poco mayor en un parque, él conoce mi secreto y no hemos quedado para charlar precisamente, estoy algo nervioso sentado en el banco mas oscuro del parque esperándolo, ya llega diez minutos tarde, estoy empezando a pensar que quizá no se presente.
Habían pasado otros diez minutos y me estaba levantando para irme, entonces un chico alto, de pelo moreno y ojos marrones me saludó.

  • Hola, ¿Eres Sara?
  • ¿David?
  • ¡Si! Soy David, perdona que haya tardado tanto, mi amigo es un lento.
  • ¿A-amigo?
  • Si, un amigo me ha pedido el favor de unirse a nuestra fiesta, no te molestara ¿No?

No sabia que pensar, pero al final, conteste que no me molestaba y que seria bienvenido a nuestra fiesta. Él me invitó a seguirle hasta su coche donde su amigo esperaba en el asiento de atrás, pensaba que me subiría en el asiento del copiloto, pero en su lugar su amigo me invito a compartir el asiento de atrás con él, mientras llegábamos a su casa.

  • Wow, eres una chica muy guapa, tanto que ya se me ha puesto dura y aun no te he tocado

Me sonrojé por el cumplido y sonreí dulcemente. Antes de que me diera cuenta, tenia sus manos encima, tocándome por todas partes, ademas el vestido que había escogido no ayudaba mucho, en apenas un parpadeo, una de sus manos estaba subiendo por mi pierna bajo el vestido y conocía el destino, iba directa a mi pene que a causa de aquellas caricias ya se había endurecido.

  • Vaya... Eres una chica un poco traviesa, fijate, apenas te he tocado y ya estas así, me pregunto como estará aquel otro sitio...

No me dio tiempo a responder, pues se lanzo a besar mis labios, notar sus manos recorriendo y acariciando mi cuerpo mientras me besaba, hizo que me excitara mas, a medida que me besaba de una forma mas profunda, su mano se acercaba mas a mi culo, fue en lo mas apasionado del beso, cuando note como jugaba en la entrada de mi culo, acariciándolo, frotándolo y haciendo como que metía uno de sus dedos, separe mis labios de los suyos para pedirle que se humedeciera el dedo, me estaba haciendo un poco de daño, él sonrió y pidió disculpas mientras se bajaba la bragueta del pantalón.

  • ¿Sabes? Me gustan tus labios, y me gusta besarlos, pero en estos momentos me gustaría tenerlos en otro sitio...

Comprendí lo que quiso decir y de inmediato me puse a chupársela, su olor, su sabor, todo era tan bueno que no podía dejar de chupar y lamer, saboreando cada centímetro de aquella polla, yo me había puesto en una posición en la que podía acariciar mi culo y mi miembro cuanto quisiera, sus gemidos indicaban que le gustaba la forma en que se lo hacía, sus manos, que se habían centrado en acariciar mi cabeza, decidieron de nuevo darse un paseo por mi cuerpo, notaba como una de sus manos bajaba lentamente por mis espalda, acariciándola cuidadosamente, cuando llego a la altura de mi culo, me levantó un poco el vestido, me bajo la ropa interior y lo siguiente que note, fue como uno de sus dedos se adentraba en mi, mientras la otra mano seguía acariciando mi cabeza, a mi se me escapaban unos cuantos gemidos, que eran enmudecidos por su polla que no paraba de entrar hasta lo mas hondo de mi garganta y salir de ella.

  • Mmm... Tienes un culito muy apretado, me muero de ganas por meterte mi polla y hacerte gemir de placer.

Cuando mas interesante se puso la cosa el coche frenó y escuche a David decir “Ey parejita, ya hemos llegado, id bajando”.
Su casa estaba a las afueras, en una especie de urbanización de chalets. Su amigo y yo nos bajamos del coche, yo iba tan excitado que no podía ocultar mi erección con el vestido. David y su amigo me invitaron a pasar a la casa uno a cada lado de la puerta, cuando estaba pasando ambos me dieron un azote en cada cachete y eso me puso mucho mas caliente, nada mas pasar me deshice del vestido, quedándome solo en ropa interior, la puerta se cerro tras ellos y juntos comenzaron a tocarme por todos lados, no dejaron un centímetro de mi cuerpo sin tocar, entonces yo me arrodille ante ellos bajando con cada mano una cremallera y metiendo mis manos dentro de ellas para sacar lo que tanto quería, sus pollas, ellos rapidamente lucharon por ver quien era el primero en entrar en mi boca, pero yo no quería peleas, así que me metí las dos en mi boca y comencé a chupar ambas a la vez, jugando con mi lengua, acariciándolos a los dos por igual, mis manos tampoco se quedaron quietas, acariciaban ambas pollas y masajeaban también sus huevos, David decidió que ya era hora de hacer algo mas y se separó de mis labios y mi mano, para ponerse detrás de mi, levantarme un poco y hacer que me sentara sobre el, me fui sentando poco a poco dejando que mi culo se fuese acomodando a su polla, una vez que su polla estaba toda en mi interior comenzamos ambos a mover nuestras caderas. Mi cuerpo ardía de lujuria, nunca antes había hecho un trío, mi culo y mi boca estaban llenos cada uno con una polla y me encantaba, David me follaba cada vez mas profundo y mas rápido y su amigo no paraba de meterla y sacarla de mi boca, ambos llevaban distinto ritmo y me costaba un poco adaptar mi respiración al amigo de David, no paraba de gemir por toda la excitación y placer que estaba sintiendo, ninguno estaba tocando a mi ahí, pero la tenia dura y palpitante y notaba una extraña sensación que iba del interior de mi culo hasta la punta de mi polla, iba a tener un orgasmo solo con mi culo.
Ambos aumentaron un poco mas el ritmo y yo que apenas podía parar de gemir de placer, me corrí como nunca antes lo había hecho, sentía una cantidad inmensa de placer que me recorría desde los dedos de mis pies hasta la punta del ultimo pelo de mi cabeza, mi cuerpo apenas me respondía y caí sobre el pecho de David, el cual me dio su ultima embestida llegando al orgasmo dentro de mi y su amigo acabo sobre todo mi cuerpo, manchando mi pecho y mi cara, estaba tumbado sobre David, disfrutando de aque gran momento, cubierto con mi corrida, la de su amigo y con su polla dentro de mi llenando mi interior también de semen...

Aquella noche, dormí como nunca...

FIN.

miércoles, 25 de julio de 2012

Renacer


¿Que día es? Lo ignoro ¿Hora? La ignoro, hay tantas cosas que ya no se... Pero me da igual.
Todo empezó hace un año ya, cuando vine a vivir a la ciudad por motivos de estudios, todo parecía ir bien, buen ambiente en mi piso con mi hermana como compañera, me iba bien en los estudios y había hecho buenos amigos desde el primer día. Había conocido a la que podría ser la chica mas guapa que nunca había visto, la conocí el primer día de clase en el metro, su nombre era Sara, tenia un largo cabello negro, sus ojos eran verdes del color de las aceitunas, unos bonitos labios y un cuerpo equilibrado y perfecto. Ella se tropezó al subir al vagón, yo la cogí y evite que se cayera, así empezó todo, cada mañana al coger el metro nos veíamos y cada mañana charlábamos hasta que ella se bajaba en su estación. Pasaron dos meses y medio y ocurrió el incidente mas triste de toda mi vida, mis padres y mi hermana, murieron en un accidente de coche y yo también hubiese muerto de haber ido ese fin de semana de visita... Y durante el mes siguiente a eso deseaba haberlo hecho... En apenas un mes y medio queme casi todo el dinero que me habían dejado mis padres, borracheras, drogas, mi vida había tomado un camino hacia la autodestrucción. Fue una noche en la que deseaba morir con toda mi alma, la que me hizo renacer. Caminaba como podía con una borrachera de mil demonios deseando encontrarme con alguien para provocarlo e iniciar una pelea en la que acabara muerto, no se cuanto rato ande, ni por donde, pero en un callejón pude ver a un montón de gente, vestida de forma extraña, no podía verlos muy bien pero no me importaba, reuní parte de las fuerzas que me quedaban y me puse a gritarles todos los insultos que se me pasaron por la cabeza, esperando que avanzaran hacia mi y me diesen esa paliza de muerte que iba buscando, pero ni se inmutaron, seguían ahí quietos, sin acercarse a mi, lo cual me enfureció mas y decidí ir yo hacia ellos. Cuando llegue a su altura no me podía creer los que estaba viendo, los chicos y chicas que había allí tenían los ojos tapados y las bocas amordazadas, iban vestidos con ropa de cuero y látex y estaban encadenados a una especie de barra metálica en ese callejón, la ira se transformo en miedo y caminando lentamente hacia atrás tropecé con unos cubos de basura, armando un escándalo. En apenas lo que tarde en levantarme había salido un montón de gente de ese lugar, todos vestidos de la misma extraña forma, me rodearon y cuando mas asustado estaba, escuché una voz conocida y tranquilizadora llamándome por el que una vez fue mi nombre, era la voz de Sara, de no ser porque me hablo y se acerco a mi, jamas la hubiese conocido.
Esa noche me llevo con ella a su casa y hablamos casi toda la noche, le conté todo lo que me había ocurrido y ella me escucho, me apoyo y esa misma noche cuando ella me explico cosas acerca de ese lugar y la gente que había en la puerta, me dijo “Yo puedo cuidar de ti, pero tendrás que entregarme a cambio eso que muchos creen que tienen, tu libertad” Yo no sabia que decir, ni que pensar, pero ya no me quedaba nada que perder, así que acepte. Cuando acepte ella me llevo al baño y me dijo que me duchase y que al salir fuese a su habitación, sin nada de ropa, que esa ropa estaba sucia y olía fatal, ella me daría otra ropa me dijo.
Me duche y una vez me hube secado me dirigí hacía su habitación donde ella me esperaba sentada en la cama, vestida con un vestido rojo, invitándome a sentarme con su mano, me encontraba sentado cuando ella cogió una venda con la que empezó a vendarme los ojos, mientras me decía con una voz seria “A partir de ahora solo veras cuando yo te lo mande, hablaras cuando yo te lo mande y solo podrás oler, escuchar y sentir” No se el porque pero no sentí miedo, ni nada malo, al contrario, el suave tacto de sus manos me tranquilizaba, su voz era como la melodía de un ángel celestial y su olor el mas dulce de los olores. Mientras estaba tumbado en la cama sintiendo como sus uñas recorrían mi cuerpo, me dijo “ Ahora olvidate de todo, deja atrás al tú que conociste, tu nombre, tu pasado, todo, ya no eres mas ese que eras, ahora, eres mi mascota, harás todo lo que te diga y cuando te lo diga, no tendrás un nombre propio, solo seras un perro obediente a una única persona, yo, tu ama” Cuando termino de hablar, me encontraba mas excitado de lo que nunca pude haber imaginado, pero la excitación se convirtió en una mezcla de placer y dolor, pues me estaba marcando el hombro con sus dientes, apretando hasta hacerme sangrar, dejándome una buena marca para indicar que este perro tenia una dueña.

domingo, 20 de mayo de 2012

Cuento de un Pajarito


Hace tiempo en un lugar que no tiene nombre en nuestra lengua, pues para el ser humano era imposible pisarlo, vivía un joven pájaro. Sus plumas eran del color del amanecer y brillaban con el brillo de las estrellas.
El joven pájaro era el encargado de cuidar a cada una de las estrellas que vemos cuando el sol se pone. Eso era lo que había hecho toda su vida, anteriormente lo hizo su padre y antes de éste su abuelo. Era un trabajo que pasaba de padres a hijos.
El pájaro era un buen cuidador de estrellas pero allá en ese lugar entre el cielo y las estrellas no estaba cómodo. Había veces que soñaba con ser como uno de esos seres que vivían en el mundo inferior.
Una noche mientras cuidaba de una estrella, esta lo vio más cansado de lo normal y le preguntó: “¿Que te pasa mi buen amigo pajarito?”. El pajarito le contó lo que le ocurría: quería ser un ser humano. La estrella no pudo evitar preguntarle que por qué quería algo así sabiendo que los humanos eran criaturas horribles capaces de divertirse viendo sufrir a los de su misma especie.
El pajarito dijo que ya lo sabía y respondió que al menos ellos tenían a más seres de su especie con los que hablar, jugar y convivir, que él estaba cansado de estar solo y aún le faltaba mucho tiempo para crear a su sucesor con nubes y estrellas.
La estrella quiso ayudar a su joven amigo y le propuso algo. Le dijo que juntara unas cuantas nubes y polvo de estrella para crear a otro cuidador, que ellas le ayudarían a convertirse en humano.
El pajarito así lo hizo. Juntó un buen puñado de nubes y otro buen montón de polvo de estrellas. La estrella le preguntó que si estaba realmente seguro de hacer esto ya que cuando cayese a la tierra y naciera como humano no podría volver y que perdería todos sus recuerdos de esta vida.
Le dijo, también, que al anochecer y mirar a las estrellas no se preocupase si sentía que estas lo llamaban. Después de todo, su esencia estaba hecha con nubes y polvos de estrella.
El pajarito le dijo que estaba seguro de querer hacerlo y la estrella le concedió ese deseo. Finalmente le dijo estas palabras: “ Adiós pajarito. Aunque pierdas tus bellas alas y con ellas tus recuerdos, nosotras no nos olvidaremos ni de ti ni de ellas. Que tu último vuelo hacia la tierra de esos seres sea bueno y llegues a un buen lugar”.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Que no te responda no significa que no hable !

Era de noche y había salido a dar un paseo, cogí un chupachups de mi bolsillo del pantalón y me lo empecé a comer mientras paseaba, llevaba ya un buen camino recorrido y comencé a recordar al gato negro del sueño de la noche anterior, un gato que en mi sueño no había parado de perseguirme, saliendo siempre de cualquier parte, tejados, callejones y hasta de debajo de los coches, mientras caminaba, no podía evitar sonreír recordándolo. Había llegado ya a la altura del supermercado, cuando de pronto de las escaleras para bajar al parking de este, salio un gato negro, con unos preciosos ojos azules, igualito que el de mi sueño, mi primera reacción al verlo fue mirarlo y acto seguido reírme, me detuve en ese punto unos segundos para seguir mirando a ese gato que cuando me vio se limito a sentarse delante mía y mirarme también, yo me quedé sorprendido, ya que normalmente los gatos suelen asustarse de los humanos, lo miré y le dije: “ Ey pequeñín, ¿No tienes miedo de mi?” Ja! Como si me fuese a responder-Pensé- Me dispuse a seguir caminando, pero en ese mismo instante, una voz de chico, salió del gato diciendo: “¿Acaso debería temerte? No pareces uno de esos estúpidos humanos que persiguen y patean gatos”
Yo al oír aquella voz, lo primero que pensé fue que alguien me estaba tomando el pelo, con algún tipo de micro y un gato amaestrado, así que, me reí y continué mi camino, le había dado ya la espalda al gato, cuando lo volví a escuchar.

  • Vaya, no huelo miedo en ti, pero aun así me das la espalda, sigues tu camino y haces como que no has visto u oído nada cuando has sido tú quien ha comenzado a hablarme... Interesante

Me giré y me dispuse a seguir el juego de aquellos bromistas.

  • Mmmm... Normalmente los gatos no suelen hablar, así que supongo que o bien este chupachups lleva algo mas que azucar y zumo de fruta o tu eres un gato amaestrado con un dueño un poco cabroncete y bromista.
  • Que nunca hayas escuchado a un gato hablarte no significa que algunos no podamos hablar. No se en que tienda compraras tú tus dulces, pero si es de una tienda normal te aseguro que no tiene nada del otro mundo y lamento decirte que no tengo dueño, ni lo he tenido nunca y de amaestrado nada, solo educado, que responde a aquellos que parecen merecer la pena.
  • Bien, entonces solo eres producto de mi alocada y caótica cabeza, sin mas que decir, me despido, que disfrutes de esta hermosa noche!

Y me dí la vuelta y seguí mi camino, había dado ya un par de pasos cuando a mi espalda escuché un desagradable ruido y unos cuantos maullidos, no le dí demasiada importancia y seguí caminando, hasta que note como una mano me cogía del hombro deteniendo mi paso.

  • Y ¿Bien? ¿Podría un producto de tu alocada y caótica cabeza hacer algo así?

Al escuchar de nuevo aquella voz y sentir la mano en mi hombro me giré, no cabía en mi de el asombro, delante de mi había un muchacho con el pelo negro, unos grandes y hermosos ojos azules, que en su cabeza tenia dos orejas de gato, color negro, vestía un peto vaquero de un azul claro a juego con sus ojos y donde debería finalizar su columna salia un largo rabo negro, su piel era tan blanca que parecía que nunca le había dado el sol y en su cuello llevaba un collar como de cuero negro.
Yo no sabia que hacer o que decir y mi boca se abrió sola de el asombro, en ese momento el chico que ahora tenia delante de mi, aprovechando mi asombro, con una agilidad casi sobrehumana me quitó el chupachups de la boca y se lo llevó a la suya.

  • Respondiendo a tu inevitable pregunta, si , soy el gato al que le has dado la espalda y me adelanto a tu próxima explicación de todo esto y te digo, no, el chupachups no tiene ningún tipo de alucinógeno, pues esta ahora en mi boca y yo no estoy alucinando. Por cierto, ya que tu has empezado hablándome espero que tras mostrarte mi apariencia humana, no me defraudes y salgas corriendo pidiendo ayuda.
  • Er... Si saliese corriendo pidiendo ayuda porque un gato parlante se ha transformado en humano... Lo mas posible es que o bien me encierren en un psiquiátrico o que se rían de mi como nunca....
  • Jajajajaja supongo que tienes razón, ya no estamos en los tiempos de mi tatarabuela, en los que la gente se tomaba esas cosas enserio y nos quemaban o escaldaban vivos … Ciertamente me alegro de que ya no estemos en esos tiempos jajajaja. Y bien ¿Que mejor forma de romper algo el hielo que conocernos algo? ¿Que edad tienes?
  • Eeee... diecinueve años y ¿Tu?
  • Tres años, bueno en años humanos veintiuno.
  • ¿Los que cumplían siete años al año humano no eran los perros ?
  • Oh! los gatos también, pero no te preocupes, nosotros tenemos siete vidas y somos mucho mas ágiles que esos jejeje
  • Osea que a pesar de ser tres años mas grande que yo tienes una apariencia mucho mas joven que la mía.
  • Jajaja, un gato se ha transformado en humano casi delante tuya, esta hablando contigo y ¿Te preocupa su apariencia mas joven que la tuya? Jajajaja Curioso...
  • Ea, soy un poco extraño ¿No? Y dime ¿Sueles hacer esto con todos los humanos que te hablan?
  • Jajajaja, si, de verdad que lo eres, pues no, no suelo, solo con aquellos que me parecen interesantes-Dijo mientras dejaba de chupar el chupachups, para pasar a masticarlo y lanzar el palote al suelo-
  • Oh dios mio ¿¡Que haces!? ¡Los chupachups se chupan hasta el final! Nunca se mastican
  • Jajajaja, es... Que... Me he cansado de saborear este chupachups. - Dijo con una voz dulce.- Ahora quiero saborear otra cosa mucho mas dulce y jugosa...¡Tus labios!

Y en apenas un parpadeo, me tiró al suelo, se puso sobre mi y me beso, noté sus labios calientes, húmedos y blandos en los míos, mientras su lengua se abría paso en mi boca hasta llegar a mi lengua, para que jugaran juntas. Yo en lugar de reaccionar como habría hecho una persona medianamente normal y apartarlo de mi, deje que me cogiera por las muñecas con sus manos, para inmovilizarme, el no paraba de besarme y yo de vez en cuando hacia algún que otro forcejeo para que no bajara la guardia, durante unos segundos paró de besarme para lamer y mordisquear mi cuello, empecé a calentarme aun mas olvidando por completo que estaba tumbado sobre la fría acera y el también se estaba calentando, lo tenia encima y notaba como lo que tenia entre sus piernas crecía y se endurecia.

  • Vaya.... Parece que estas disfrutando esto, pequeño....Noto como algo crece y se endurece debajo de mi.
  • N-no estoy disfrutándolo-Dije mintiendo-
  • Bueno parece que tu cuerpo es mas sincero que tus palabras- Dijo, moviendo sus caderas, frotándose contra mi- Ahora que me doy cuenta... Estamos en muy mal sitio, aquí no tenemos intimidad y cualquiera que pase nos podría molestar.
  • Sin olvidarnos de que tu tienes dos orejas de gato en tu cabeza y una cola.
  • Je, bueno gracias a esos dibujos animados japoneses en los que somos mas conocidos, pensaran que soy un chico normal disfrazado de uno de esos dibujos, así que no te preocupes por eso. Ahora abrazate fuerte a mi, no quisiera que te cayeras y descalabraras.

Sorprendido y sin saber muy bien que decir, me abracé a el lo mas fuerte que pude y de nuevo en un abrir y cerrar de ojos dio un gran salto y caímos en el patio interior de una casa, que parecía habitada.
  • No te preocupes, esta casa es de mi familia aquí estamos a salvo de miradas de extraños.
  • Pero y ¿Si se despierta tu familia y nos ven aquí?
  • No te preocupes ellos no están estos días aquí. Ahora ven conmigo y vayamos a un lugar mas cálido y cómodo.
  • ¿Cuando ha dejado de ser esto una especie de violación para convertirse en sexo consentido?
  • En el momento en que tu voluntariamente te has abrazado a mi para que pudiésemos continuar, jejeje. Ahora no hagas mas preguntas y sígueme.-Dijo cogiéndome de la mano y guiándome a oscuras por la casa.-
Tras unos minutos andando a oscuras por aquella casa, subir unas escaleras y caminar otro poco mas, llegamos a una habitación que por el mobiliario y el tamaño de la cama parecía que era la de una pareja adulta, no le dio a ninguna luz pues no hacia falta, la luz de la luna llena entraba por la ventana y una especie de tragaluz que había en el techo, dejando la iluminación suficiente para vernos. El me dio un empujón un poco brusco y me lanzó a la cama, después se desabrochó los tirantes de su peto y dejó que mientras caminaba hacia mi sensualmente se le fuese cayendo lentamente, hasta que se quedó totalmente desnudo, podía ver completamente su cuerpo desnudo, pero lo que no podía dejar de mirar captando toda mi atención, eran sus ojos, que en la leve oscuridad de aquella habitación que era iluminada por la luna, tenían un hermoso color azul que no era apagado por nada.
Estaba tan jodidamente hipnotizado por sus ojos, que no me di ni cuenta de que se había arrodillado delante de mi y me estaba quitando de un tirón los pantalones, solo cuando note como rodeaba mi miembro con su cálida y suave mano, salí del embrujo de sus ojos.

  • Es que... ¿No vas a quitarte la ropa?
  • E-eh , si claro, no se en que estaba pensando.
Y comencé a despojarme de toda la ropa de la parte superior, mientras el jugaba con su mano y mi miembro. Cuando me quedé completamente desnudo, se subió a la cama, me recorrió todo el torso dándome besos y pequeños mordiscos, hasta que llegó a mis labios, donde se entretuvo un buen rato con ellos y mi lengua, mientras yo no paraba de acariciar su suave cuerpo. Tras un rato de besos, pequeños mordiscos y caricias, nuestros cuerpos, llenos de excitación pedían algo mas, ambos nos percatamos de ello, el se puso de pie en la cama, caminó hasta que se puso mas o menos a mi altura, después comenzó a tenderse sobre mi, dejando a la altura de mis labios su miembro y quedándose el a la altura del mio. Sin pensármelo ni medio segundo, abrí mi boca, lo rodee sensualmente, con mis labios y comencé a darle placer con ellos y mi lengua, saboreando cada centímetro de él.

  • Mmmm... Eres bueno haciendo esto... Parece que no es la primera vez que lo haces.

Por un momento al oír eso, me desconcentré y casi le doy una dentellada, pero gracias a dios no paso nada. El al ver que yo ponía tanto empeño en hacerle sentir bien, empezó a hacerlo de una forma que nunca antes había experimentado, tan buena y tan frenética, que le tuve que indicar que se detuviese con un ligero tirón de su rabo, pero como era de imaginar no solo no comprendió el mensaje, si no que lo malinterpreto y lo hizo mas frenéticamente, haciendo que llegase al orgasmo de una forma brutal y salvaje, como hacia tiempo que no llegaba.

  • Valla... Parece que te ha gustado bastante...- Dijo, cogiendo con el dedo indice unos pocos de mis fluidos que le caían por la comisura de los labios.- Es espeso y tiene un buen sabor- Mientras juega juntando y separando el dedo pulgar e indice- Bueno... Basta de juegos y vamos a ponernos serios-Dijo lamiéndose los dedos pulgar e indice.-

Cuando terminó de hablar, se volvió a incorporar en la cama, me dio la vuelta de una forma un poco brusca y levanto mis caderas hasta dejarme en una posición un poco comprometida, en ese momento comencé a sentir como me rodeaba de una forma cálida con sus brazos, mientras notaba su lengua subir por mi espina dorsal, haciendo un húmedo camino hasta mi oreja.
  • Ahora voy a hacer que haya valido la pena que hablaras con este gatito...¿Tienes miedo pequeñín?-Dijo susurrándome al oído de una forma muy dulce.-

Quizás fuese, el notar sus brazos rodeándome, o el haber notado su lengua recorriendo mi espalda o su dulce voz susurrándome al oído eso, no se el que, pero algo había hecho que me excitara mas que nunca y ardía en deseos de sentirlo dentro de mi.
No se hizo de rogar y cuando mas lo quería, se adentro en mi, a la vez que entró, me apretó mas fuerte con sus brazos, yo agarre con fuerza la sabana y mordí la almohada para apagar un poco el sonido del gemido mezcla de placer y un poco de dolor, que no pude contener, al recibir la primera envestida, tras la primera envestida, llegó la segunda, y la tercera … Al cabo de unas cuantas dejé de contarlas, para perderme en un mar de placer y excitación, levanté un poco la cabeza de la almohada para respirar mejor y dejar de silenciar los gemidos que se escapaban de mi, estaba disfrutando tanto que mis manos se abrían y cerraban incontrolablemente y los dedos de mis pies se encogían y estiraban con cada envestida...No sabia cuanto tiempo mas iba a poder aguantar sintiendo tanto placer sin volver a llegar al orgasmo... El parece que se percato de de eso, pero en lugar de hacerlo de una forma mas tranquila y calmada, comenzó a hacerlo aun mas fuerte y profundo, ademas por si fuese poco, agarro mi miembro y se puso a jugar con el, de una forma suave, pero continua y aumentando el ritmo según la intensidad de mis gemidos. Estaba a punto de tocar la luna, de placer y esta vez se lo hice saber.

  • E-ey... Si sigues haciendomelo así... Yo... No voy a tardar en llegar...
  • A-aguanta un poco mas... Y-yo estoy a punto también...
  • (Ambos) Aaaah !

Los dos tocamos aquella hermosa luna llena, al mismo tiempo, yo, lo dejé salir todo sobre las sabanas de la cama y el lo dejó salir todo dentro de mi, notaba como inundaba sin parar mi interior con un río de caliente fluido...
Los dos nos quedamos descansando un rato, abrazados, tumbados con nuestros cuerpos desnudos, en aquella cama, mirando la luna llena y aquel manto de estrellas por el tragaluz del techo...

  • Hace una bonita noche...¿Verdad?- Le dije sonriendo.-
  • Casi tan bonita como tú.- Dijo besándome, sin dejarme tiempo apenas para reaccionar.-

FIN.

ACLARACION !! *Los gatos son mucho mas orgullosos que otras mascotas y nunca reconoceran a su dueño como su dueño, como MUY mucho lo reconoceran como un miembro de su familia, por eso el chico gato dice que nunca ha tenido dueño ni lo tendra.*

jueves, 3 de noviembre de 2011

Que el sol, la luna y las estrellas sean testigos...

Por fin llegaba a casa tras una dura mañana de trabajo, era el momento de descansar. Me dirigía al salón, cuando de pronto empecé a notar un dulce olor a rosas, al llegar a la mesa del salón vi una carta con mi nombre sobre un lecho de pétalos de rosa, rojos y blancos. Abrí la carta y en ella encontré una nota que decía así : “ Supongo que ya sabrás lo que significa todo esto ¿Verdad? Después de todo, tú eres el jardinero que se preocupa por saber lo que expresan estas hermosas pequeñinas … Te espero donde la luna y las estrellas fueron las únicas testigos silenciosas de nuestra pasión por primera vez. ” Así era , sabia perfectamente lo que quería expresar con las rosas rojas y blancas, pasión y amor carnal... Ahora solo me quedaba ir a aquel lugar, para algunos santo pues habían colocado allí hace ya mucho tiempo una cruz.
Me llevo un buen rato llegar hasta allí, pero mereció la pena, a un lado de la cruz, sobre una suave manta llena de pétalos de de rosa, sentada, estaba ella, su cabello rojo como el fuego era mecido por el viento, vestida con una camisa negra, con encajes florales y una falda larga, de un rojo oscuro.
Me miraba con sus dos ojos verdes, mientras jugueteaba con jacinto rojo, oliéndolo y pasándoselo por sus labios, sin decir una palabra y con un gesto de su mano me invito a sentarme a su lado, una vez sentado a su lado se acerco a mi y pasando el jacinto por mi torso, me susurro al oído “¿Sabes lo que significa esta flor?” No... Y de forma muy dulce y sensual respondió “ Significa que... Tu amor me pe-ne-tra “.
Me tumbo suavemente con un profundo beso, metió su mano dentro de mis pantalones y de mi ropa interior para llegar a mi pene que fue sorprendido por una tibia mano que lo rodeo con firmeza.
Sentía como lenta y torpemente los botones de su camisa se iban desabotonando, dejando lentamente sus pechos al descubierto, paramos de besarnos por unos segundos para que ella se pusiese sobre mi y continuamos besándonos, mis manos, al tener delante sus dos hermosos pechos, se movieron solas hasta ellos, para acariciarlos suavemente, una de mis manos dejo de acariciarlos para buscar algo mas suave y posiblemente húmedo, bajaba cuidadosamente por su torso y un poco antes de llegar a su pubis subió por sus caderas hasta llegar a el final de su espalda, continuó bajando hasta llegar a su cachete el cual acarició para que se relajara antes de darle un suave pellizco. Un pequeño gemido se ahogo en mi boca, era el momento de que mi mano bajara al valle prohibido que había entre sus piernas, al llegar note como sus braguitas se habían calado fruto de la excitación, así que las eche a un lado y comencé a jugar, primero acariciándolo con mucho mimo dejando que mis dedos corazón y anular se humedecieran en su néctar prohibido y cuando con sus besos cada vez mas apasionados me dio la señal, deje que se adentraran en ella, fue entonces cuando dejó de besarme para respirar y lanzar gemidos al aire de aquella tarde. Ella comenzó a clavar levemente sus uñas en mis hombros y yo moví mas rápido mis dedos, hasta que se se acerco a mi oído y me susurro entre gemidos : “Q-quiero la-lamerte y beber de t-ti” . Al oír esas palabras y de ese modo, no pude evitar excitarme aun mas, así que saqué mis dedos de ella y mientras ella se quitaba la falda, yo me bajaba los pantalones y ropa interior, antes no me había podido fijar pero ahora si, su vello púbico tenia forma de mariposa, no me dio tiempo a decirle nada, pues en un abrir y cerrar de ojos tenia su húmeda gruta posada en mis labios pidiendo que la complaciera a la vez que ella me complacía a mi, sus carnosos labios rodeaban todo mi miembro deslizándose de arriba a abajo, mientras movía su lengua en todas direcciones la hundía cada vez mas hondo en su garganta, sus manos no se quedaban quietas y la ayudaban acariciando mi miembro a la vez que subía y bajaba y mis testículos. Mientras moría de placer lamia su clítoris, la punta de mi lengua jugueteaba moviéndose de arriba a abajo y tras unos cuantos segundos la punta iba seguida del resto de la lengua a la vez que introducía mis dedos en ella. Los dos estábamos a punto de caramelo y decidimos que era el momento de hacer algo mas que caricias y besos, ella se tumbo mirando al cielo, abriéndose de piernas, invitándome a entrar, yo acepte su invitación y me puse sobre ella, fui adentrándome poco a poco dejándola que sintiera cada milímetro de mi cuerpo, su respiración se iba agitando poco a poco, cuando ya no quedaba parte de mi que no estuviese dentro suyo, la rodee con mis brazos, sin parar de mirarla a los ojos, comenzamos a besarnos y ella con una mirada picara mordió con delicadeza mis labios y dijo : “Hagamos que el sol sea también testigo de nuestro amor”
y con un movimiento un tanto brusco hizo que giráramos sobre la manta cubierta de flores, para ponerse ella sobre mi, he de admitir que con el pelo suelto cayéndole por los hombros con algunos pétalos enredados en el estaba hermosísima. Comenzó a mover sus caderas , mientras apoyaba sus manos en mi pecho marcando un ritmo lento y profundo, saboreando cada instante de esta pasión que nos consumía, ambos gemíamos bajo la sombra de aquella cruz y la atenta mirada del sol que cada vez estaba mas cerca de terminar su jornada de trabajo. Yo también empece a moverme al ritmo que ella, mientras mis manos recorrían su cuerpo acariciándola con dulzura , pronto la dulzura se fue convirtiendo en lujuria apasionada, ella clavaba con cuidado sus uñas en mi pecho y yo la agarraba de su culo marcando un ritmo mas rápido y algo mas bruto, nuestros gemidos nos delataban, ambos estábamos casi tocando el cielo con la punta de nuestros dedos , en unos segundos ambos llegamos juntos a esa nube celestial, dando un sonoro gemido que llevo el viento junto a unos cuantos pétalos de rosa cerro abajo... Mas tarde tras ver el atardecer nosotros también fuimos cerro abajo. Ahora el sol, también era testigo de nuestra pasión.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Antes separados, ahora unidos

Hoy he quedado con Aarón, hace 4 años que no lo veo, pues el se fue a Granada a estudiar y yo me quedé en Jaén, ya sabéis a lo que me refiero, 2 buenos colegas que se separan porque no les queda otra , pues en su destino esta escrito que tomen caminos diferentes y se separen para perseguir su sueño... Recuerdo su mensaje a mi cuenta correo “ Hey Mario, mañana estaré de paso por Jaén desde las once de la mañana mas o menos hasta las diez de la noche aproximadamente, me gustaría que nos viéramos y charláramos de todos estos años y los viejos tiempos.” Y aquí estoy, en la estación esperando a mi amigo Aarón.
De pronto una hermosa chica de pelo largo moreno, con ojos verdes, vestida con una camisa negra , una minifalda escocesa y unas converse negras, me habló.
  • Hola, ¿Tienes hora?
  • Ho-hola , si, son las once y cinco de la mañana.-respondiendo con timidez-
  • Y dime... ¿Siempre eres así de tímido con las chicas?
  • -Poniéndose colorado- N-no, solo es que me has sorprendido hablándome así tan de repente.
  • Aaaah, claro, y dime ¿A quien esperas? ¿A tu novia? O ¿A algún familiar?
  • Pues a ninguno, no tengo novia, y mi familia me visitó el otro día, espero a un amigo de toda la vida.
  • Oooh, que adorable, pues no esperes mas y vámonos Mario.
  • ¿Q-que? ¿Como sabes mi nombre?
  • Por la sencilla razón de que te conozco de toda la vida- sonriendo de forma dulce-
  • N-no puede ser... ¿Aaron?
  • -Volviendo a sonreír de forma dulce, asiente con la cabeza- Pero ahora me puedes llamar Aldara.

Esto era demasiado para mi, mi mejor amigo ahora era amiga y si no me llega a decir quien es no lo ,o bueno la hubiese reconocido y ademas es que era guapa, no tenia demasiados pechos, pero su cara, su forma de moverse, todo, era muy femenina y sensual y su voz que nunca la había tenido muy grave, sonaba casi como la de una chica. Pero a pesar del shock del momento, me daba igual si Aaron, ahora se llamaba Aldara, así que como amigo mio que era lo estreche entre mis brazos y le dije que lo había echado de menos todos estos años y que teníamos muchas cosas que contarnos, ella me dio la mano y nos fuimos caminando hasta mi piso cogidos de la mano y hablando de todo un poco, de los estudios resulta que ya era enfermera y trabajaba en una clínica privada y yo seguía haciendo filología hispánica. Ya habíamos llegado a mi piso, y una cosa acabo llevando a otra y al final le pregunte, que por que ese cambio tan radical de pasar de chico a chica y solo hizo un gesto, señalo con sus manos la falda.

  • Dime ¿Conoces la sensación de excitarte solo con verte en ropa interior femenina?
  • Eeer... No...
  • Y dime …. ¿Que te parecería que un chico vestido como una chica te besara?
  • P-pues … No creo que me gustase.
  • Y dime … ¿Querrías que un chico vestido de chica, te besara?
  • ¿Que estas insinuando?
  • -Gateando a 4 patas por el sofá hacia el- Insinúo, que desde que tengo 13 años estoy enamorado de ti, que no ha pasado un solo día en estos 4 años que no haya pensado en ti, en tu sonrisa, en la forma en la que tu pelo se movía cuando íbamos en bicicleta -Acercando su cara a la de Mario- Acaso... ¿tu no sientes una conexión especial cuando estamos juntos?
  • S-si , per...

No me dejó terminar de hablar, antes de poder pestañear sus labios estaban en los míos, su nariz rozaba con la mía y su lengua luchaba contra mi lengua, antes de que me diera cuenta estaba tumbado sobre mi.

  • -susurrando al oído de Mario- Parece que tu cuerpo también siente algo por mi, la tienes dura y tan solo te he besado...
  • S-si... pe-pero esto no esta bien, somos amigos de toda la vida...
  • ¿Y? Quien mejor para llevarte al paraíso del placer que tu amigo de toda la vida, que te conoce, que te entiende y que ademas siente algo por ti -Sonrojándose-
Y sin mediar mas palabra, volvió a besarme mientras me abrazaba y nos dejábamos caer en el sofá... Yo no quería reconocerlo … Pero...También sentía algo por el... No estaba seguro... En mi interior... Sentía como si todo este tiempo que había estado buscando a mi pareja ideal, hubiese estado corriendo tras espejismos, pues lo que estaba sintiendo en ese momento con Aldara era algo que nunca antes había sentido, la forma en que me besaba, sus manos abrazándome y recorriendo mi espalda... Toda la vida diciéndome que eso que ahora estaba haciendo era malo, que un chico no podía besar a otro chico y sentir eso que yo estaba sintiendo.... Sentía como si un muro que no me dejaba ver o sentir, se derrumbara en mi interior, y a medida que se derrumbaba, la pasión fuese creciendo en mi...
Poco a poco nos fuimos quitando la ropa, primero Aldara me quito a mi mi camiseta, casi sin dejar de besarme y mientras me besaba por todo el torso me quito los pantalones, dejándome solo los boxers, cuando casi me hubo desnudado, se levanto y comenzó a quitarse ella la ropa con un sinuoso baile, primero se quito la camisa, y pude ver su torso, a pesar de llevar un bonito sujetador con encajes, bajo el no había nada salvo un poco de relleno, que se callo al desabrochárselo, su pecho al igual que el resto de su piel tenia un ligero bronceado, que la hacia aun mas sensual. Cuando solo le quedaba la falda y las braguitas, vino de nuevo caminando hacia mi y poniéndose a la altura de mis boxers a 4 patas, miro hacia mi cara y dijo con una dulcísima voz: “ ¿Quieres que te haga sentir bien?” Yo no podía contenerme y le dije que si y ella, nada mas oír ese “Si” me bajo los boxers hasta los tobillos con la boca, después subió poniendo sus manos en mis muslos y cuando llego a ese lugar, sacó su lengua empapada en saliva y empezó a recorrerlo desde los testículos, hasta la cima, donde sin llegar a metérsela en la boca jugaba con su lengua, primero la acariciaba con la punta de su lengua, luego la rodeaba con ella y cuando parecía que se la iba a meter en la boca, bajaba por todo el tronco con ella y se metía los testículos en la boca, donde no paraba de moverlos en todas direcciones con su lengua. Todo eso mientras sus preciosos ojos verdes me miraban, cuando ella creyó oportuno dejo de lamerme los testículos y comenzó a chupar mi pene, su boca era un mar de saliva y placer, la forma en que movía su lengua a la vez que subía y bajaba por todo mi pene, era increíble, nunca antes me había sentido así, no creía lo que estaba pasando, estaba apunto de estallar, y solo estaba utilizando su boca y lengua mientras sus manos acariciaban mis muslos y sus ojos estaban clavados en los míos, no pude aguantar mas y antes de que pudiese avisarla estallé...

  • Wow, te has corrido mucho, he tragado un montón, aun tengo la boca algo llena y fijate sigue saliendo un poco,-Sonrojándose- estas delicioso -Llevándose con el dedo, unas cuantas gotas que se la han quedado en la comisura de los labios, al interior de la boca-

Esas, palabras, ese gesto, esa mirada, todo eso hizo que se me volviese a endurecer.

  • Vaya, parece que te gusta esto después de todo, eso me gusta ¿Quieres que sigamos entonces?
  • Si, me encantaría seguir.
  • Esta bien, pues sigamos.

Aldara se levanto y comenzó a desabrocharse la falda, dejando ver unas preciosas braguitas a juego con el sujetador, tenían unos ositos muy graciosos y dentro de las bragas se podía ver un bulto que se estiraba hasta dejar ver la punta por la parte superior de las bragas, se las fue quitando poco a poco con delicadeza, después se acerco a mi, se metió mi pene en la boca y cuando lo dejó bien duro y lubricado, se sentó sobre el metiéndoselo poco a poco en su interior, se abrazó a mi y me susurro al oído “Follame, quiero que me agarres de las caderas y me la claves tan hondo que hasta los vecinos se escandalicen por nuestros gemidos, una y otra vez, hasta que me llenes con tu corrida”
Eso me puso como una moto, así que hice lo que me pidió, la cogí por las caderas y empecé a penetrarla como si no hubiese mañana, mientras le comía la boca.
Los gemidos sonaban por todo el piso y ella y yo no parábamos de movernos, al final ella dejo de abrazarme para ponerse erguida sobre mi y hundir aun mas hondo mi pene en ella, cogió mis manos y las llevó a sus pezones, mientras ponía una de sus manos en mi muslo para ayudarme con el ritmo utilizaba la otra para acariciarse ahí. Los dos estábamos apunto de corrernos, no dejábamos de gemir y ella entre gemidos que cada vez sonaban mas fuerte gritó : “¡Ahora, pellízcalos mas fuerte!” Ella empezó a mover mas y mas rápido sus caderas, lo hacia tan bien que yo no podía aguantar mas y ella lo sabia, pues mi cara y mis gemidos me delataban...

  • Mrpfg... A-adelante lléname, yo no puedo aguantar mas, me corro.
  • Yo-yo también me corro, ¡Aaaaaaaaaaah!
  • ¡Aaaaah! Si-siento como tus fluidos calientes recorren mi interior.

Ella se corrió tanto y con tanta fuerza que parte de sus fluidos cayeron en mi boca y cuello.
Aldara se dejó caer lenta y suavemente sobre mi pecho, se abrazó a mi y dijo : “Me ha encantado ¿Querrías hacerme esto varias veces al día, hasta que nuestro amor se acabe? Aunque deseo que no se acabe nunca...” Yo mientras la abrazaba le acaricié la cabeza y le susurré al oído “Claro que querría. Aldara, no se acabara porque contigo he sentido algo que nunca había sentido con nadie.”
Después de esa conversación nos abrazamos un poco mas fuerte y nos quedamos dormidos en el sofá. Los niños que un día jugaron juntos ahora habían crecido y con ellos sus sentimientos, ahora les unía algo mas fuerte que esa amistad... Sus corazones, que desde ese día latieron juntos y al unísono