Mi nombre es Alan, y guardo un perverso
secreto, me gusta ponerme ropa de chica y hacer toda clase de cosas
pervertidas, a mis dieciséis años de edad ya he mantenido
relaciones sexuales, mi primera vez y donde comenzó todo fue con un
chico, el era alto, moreno, de ojos verdes y piel pálida, casi como
yo, pero yo tengo los ojos azules. En su casa un día después de
clases empezó todo, mi descenso a un lujurioso mundo de perversión,
el quería hacérmelo con la ropa de su hermana, yo al principio me
negué, pero al final acabe cediendo, y he de admitir que fue tan
divertido como excitante, desde aquel día que vi lo bien que me
quedaba una falda, no he parado de travestirme, al principio solo lo
hacia mientras mi follamigo y yo lo hacíamos, luego pase a hacerlo
mientras me masturbaba y ahora, lo hago incluso para salir a la
calle, doy gracias a dios por mi genética y mis rasgos andróginos,
que me hacen parecer una chica cuando uso mi ropa y me peino como una
chica.
Hoy he quedado con un chico un poco
mayor en un parque, él conoce mi secreto y no hemos quedado para
charlar precisamente, estoy algo nervioso sentado en el banco mas
oscuro del parque esperándolo, ya llega diez minutos tarde, estoy
empezando a pensar que quizá no se presente.
Habían pasado otros diez minutos y me
estaba levantando para irme, entonces un chico alto, de pelo moreno
y ojos marrones me saludó.
- Hola, ¿Eres Sara?
- ¿David?
- ¡Si! Soy David, perdona que haya tardado tanto, mi amigo es un lento.
- ¿A-amigo?
- Si, un amigo me ha pedido el favor de unirse a nuestra fiesta, no te molestara ¿No?
No sabia que pensar, pero al final,
conteste que no me molestaba y que seria bienvenido a nuestra fiesta.
Él me invitó a seguirle hasta su coche donde su amigo esperaba en
el asiento de atrás, pensaba que me subiría en el asiento del
copiloto, pero en su lugar su amigo me invito a compartir el asiento
de atrás con él, mientras llegábamos a su casa.
- Wow, eres una chica muy guapa, tanto que ya se me ha puesto dura y aun no te he tocado
Me sonrojé por el cumplido y sonreí
dulcemente. Antes de que me diera cuenta, tenia sus manos encima,
tocándome por todas partes, ademas el vestido que había escogido no
ayudaba mucho, en apenas un parpadeo, una de sus manos estaba
subiendo por mi pierna bajo el vestido y conocía el destino, iba
directa a mi pene que a causa de aquellas caricias ya se había
endurecido.
- Vaya... Eres una chica un poco traviesa, fijate, apenas te he tocado y ya estas así, me pregunto como estará aquel otro sitio...
No me dio tiempo a responder, pues se
lanzo a besar mis labios, notar sus manos recorriendo y acariciando
mi cuerpo mientras me besaba, hizo que me excitara mas, a medida que
me besaba de una forma mas profunda, su mano se acercaba mas a mi
culo, fue en lo mas apasionado del beso, cuando note como jugaba en
la entrada de mi culo, acariciándolo, frotándolo y haciendo como
que metía uno de sus dedos, separe mis labios de los suyos para
pedirle que se humedeciera el dedo, me estaba haciendo un poco de
daño, él sonrió y pidió disculpas mientras se bajaba la bragueta
del pantalón.
- ¿Sabes? Me gustan tus labios, y me gusta besarlos, pero en estos momentos me gustaría tenerlos en otro sitio...
Comprendí lo que quiso decir y de
inmediato me puse a chupársela, su olor, su sabor, todo era tan
bueno que no podía dejar de chupar y lamer, saboreando cada
centímetro de aquella polla, yo me había puesto en una posición en
la que podía acariciar mi culo y mi miembro cuanto quisiera, sus
gemidos indicaban que le gustaba la forma en que se lo hacía, sus
manos, que se habían centrado en acariciar mi cabeza, decidieron de
nuevo darse un paseo por mi cuerpo, notaba como una de sus manos
bajaba lentamente por mis espalda, acariciándola cuidadosamente,
cuando llego a la altura de mi culo, me levantó un poco el vestido,
me bajo la ropa interior y lo siguiente que note, fue como uno de sus
dedos se adentraba en mi, mientras la otra mano seguía acariciando
mi cabeza, a mi se me escapaban unos cuantos gemidos, que eran
enmudecidos por su polla que no paraba de entrar hasta lo mas hondo
de mi garganta y salir de ella.
- Mmm... Tienes un culito muy apretado, me muero de ganas por meterte mi polla y hacerte gemir de placer.
Cuando mas interesante se puso la cosa
el coche frenó y escuche a David decir “Ey parejita, ya hemos
llegado, id bajando”.
Su casa estaba a las afueras, en una
especie de urbanización de chalets. Su amigo y yo nos bajamos del
coche, yo iba tan excitado que no podía ocultar mi erección con el
vestido. David y su amigo me invitaron a pasar a la casa uno a cada
lado de la puerta, cuando estaba pasando ambos me dieron un azote en
cada cachete y eso me puso mucho mas caliente, nada mas pasar me
deshice del vestido, quedándome solo en ropa interior, la puerta se
cerro tras ellos y juntos comenzaron a tocarme por todos lados, no
dejaron un centímetro de mi cuerpo sin tocar, entonces yo me
arrodille ante ellos bajando con cada mano una cremallera y metiendo
mis manos dentro de ellas para sacar lo que tanto quería, sus
pollas, ellos rapidamente lucharon por ver quien era el primero en
entrar en mi boca, pero yo no quería peleas, así que me metí las
dos en mi boca y comencé a chupar ambas a la vez, jugando con mi
lengua, acariciándolos a los dos por igual, mis manos tampoco se
quedaron quietas, acariciaban ambas pollas y masajeaban también sus
huevos, David decidió que ya era hora de hacer algo mas y se separó
de mis labios y mi mano, para ponerse detrás de mi, levantarme un
poco y hacer que me sentara sobre el, me fui sentando poco a poco
dejando que mi culo se fuese acomodando a su polla, una vez que su
polla estaba toda en mi interior comenzamos ambos a mover nuestras
caderas. Mi cuerpo ardía de lujuria, nunca antes había hecho un
trío, mi culo y mi boca estaban llenos cada uno con una polla y me
encantaba, David me follaba cada vez mas profundo y mas rápido y su
amigo no paraba de meterla y sacarla de mi boca, ambos llevaban
distinto ritmo y me costaba un poco adaptar mi respiración al amigo
de David, no paraba de gemir por toda la excitación y placer que
estaba sintiendo, ninguno estaba tocando a mi ahí, pero la tenia
dura y palpitante y notaba una extraña sensación que iba del
interior de mi culo hasta la punta de mi polla, iba a tener un
orgasmo solo con mi culo.
Ambos aumentaron un poco mas el ritmo y
yo que apenas podía parar de gemir de placer, me corrí como nunca
antes lo había hecho, sentía una cantidad inmensa de placer que me
recorría desde los dedos de mis pies hasta la punta del ultimo pelo
de mi cabeza, mi cuerpo apenas me respondía y caí sobre el pecho de
David, el cual me dio su ultima embestida llegando al orgasmo dentro
de mi y su amigo acabo sobre todo mi cuerpo, manchando mi pecho y mi
cara, estaba tumbado sobre David, disfrutando de aque gran momento,
cubierto con mi corrida, la de su amigo y con su polla dentro de mi
llenando mi interior también de semen...
Aquella noche, dormí como nunca...
FIN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario