viernes, 27 de junio de 2014

Deseo de una bestia

Llegan los vientos templados y con ellos tu forma de acariciar se torna cálida, cálida, pero como siempre lejana. Nos encontramos cada noche, unas nos miramos cara a cara y otras ocultas parte de tu rostro, quizás por timidez, quizás por miedo a no estar lo suficientemente hermosa, aunque no importa que te medio escondas... Tu gracia siempre brillará por encima de todas las cosas
preciosas.
Esos días en los que solo estás con tu familia y ni puedo verte, ni mi cuerpo te siente. Esos días mi piel necesitada de ti, sufre de abstinencia. Extraño sino haberme perdido en ti, Selene. Un alma y cuerpo mortal que te amarán hasta el final y que la última vez que te contemplen desearán ser merecedores de que durante tu vida inmortal recuerdes a esta loca bestia que te amó.

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